En Angoth!

Llegamos después de 2 horas en avión

-Y ésto es Angoth

Dí unos pasos hacia delante

-¡Vamos a mi casa!

Parecía una niña
Y me acordé de algo

-Por cierto, ¿Por qué tomas que Lovino y yo somos...pareja? No lo somos D:
Sabía que no iba a funcionar, sabía su respuesta, pero tenía que quitarle esa idea de la cabeza antes de que fuera MUY tarde

Miré el sitio. Nada importante de momento.

-¿Y no erais primos al final?

-Amigos, sólo somos amigos

Por desgracia sólo éramos eso

-Bueno,¡vamos!

Y me fui hacia mi casa

Me rasqué la cabeza. Qué niña más rara. Si quiere a su primo no creo que pase nada. La seguí hasta su casa.

-Aquí hace el mismo calor que en España y en Italia, sinceramente.

Quité la bufanda de mi cuello, no aguanto más el calor. A veces estorba, pero adoro llevarla.

-Ya te lo dije

Al rato llegamos

-¡Bienvenida, Señorita Angoth!

Hechaba de menos estar aquí, en mi palacio
Pero odiaba hacer trabajar a mis ayudantes, no sé por qué

Entré detrás de ella.
Igual que en la casa de América. Un palacio gigantesco con pocas cosas, pero mucho, mucho sitio para caminar.

Ah ~ y tiene aire acondicionado.

-Qué fresquito.

-Tráeme un resfresco y una manzana, por favor

Mi ayudanta (odiaba llamarla sirvienta) asintió

-¿Y tú, Ivanna?

-¿Vod-ka? ¿Tenéis...? Con agua me conformo, pero por si tenéis.

Se parecen las dos bebidas. Ambas transparentes. Pero la diferencia es brutal. Jojo.

Me senté en un sofá mientras tanto; no quiero parecer maleducada pero cuando voy a casas ajenas suelo tener bastante confianza con el o los inquilinos. Es entretenido ir a las casas de otros, lo hago mucho, pero como no conocía que esta isla existía, pues nada.

-Sí, claro que tenemos

Tenáimos que tener, por si venía Rusia o algún bebedor
La ayudanta fue a coger lo que le pedimos

Qué cansancio, hoy todo ha pasado muy deprisa, pero al fin el deseado reposo.

-¿No te duelen los tímpanos a ti también? El vuelo ha sido muy rápido.

OFF: In DSi

Negué

-Estoy acostumbrada...

La ayudanta trajo lo que habíamos pedido

-Ahora vengo, no hace falta que me sigas

Aunque seguro que lo hacía
Fui hacia mi habitación

Asentí con la cabeza. Me acomodé en mi asiento y estiré las piernas.

Miré a los lados, vale, no hay nadie.

-¿Tony?

SÉ que no estaría. SÉ que no respondería nadie, y sé que él está muy lejos de aquí. Pero algo me impulsó a decirlo, a “llamarle”. No sé qué, sinceramente.

Bufff, ojalá ni un alma me haya oído, qué corte...

Al rato volví con Draku, mi dragón, siguiéndome
Lo añoraba

-Ya estoy～

Miré a Ivanna

-¿Vienes a dar una vuelta por mi casa?

Puse una cara rarísima, estaba todavía pensando en el mini-incidente de la repentina llamada al ser...mejor lo olvidamos.
Giré la cabeza.

-¿Qué? ¡Oh, sí! Vamos.

Me levanté y miré a Reik.

-¿Te enseño mi casa o mi país?

Supongo que sería lo primero

-Como quieras. ¿Tardará mucho tu sirvienta?

Tengo sed, tengo seeed. No he bebido nada desde hace varias horas...
Maldita sea. No me puedo quitar de la cabeza la llamada al maldito extraterrestre que aquí no está ni creo que haya estado.

Miré a la mesa
Allí estaba lo que habíamos pedido

-Bien, te enseñaré mi casa ~

Pensé a que lugar ir

-¿A mi habitación?

Conociéndola, diría que sí

Cogí el vaso y empecé a beber. Refrescante ~

Encogí de hombros.

-Mientras no tengamos que salir fuera con todo ese calor, a mí me da igual.

Estar fuera asfixia, y aquí dentro se está tan bien, que...

-Vamos ~

Subí las escaleras que había adelante y giré a la derecha
En unos minutos, llegamos a una puerta que ponía: "Angoth´s bedroom"

La seguí a lo que parecía su habitación a juzgar por el cartel que había en la puerta (podría ser una despensa o cualquier otra cosa, oye).

-¿Qué hora es?

Y di otro sorbo al vaso.

-Las 6 de las tarde

Abrí la puerta
Ahh...que recuerdos...
Tan luminosa...tan amplia...
Con las pareces de colores pálidos, que no dañan a la vista...
Con estantería de libros...
Y, como no, el comedero de Draku

-Pasa, sin miedo

No tiene miedo, más bien todo lo contrario

Pasé. Miré a los lados, una habitación bastante grande, ¿dónde guardará los...?

Me senté en la cama y me restregué los ojos, había mucha luz en aquel habitáculo, demasiada para mí.

-¿Vamos a...? - estornudé- ¿...otra habitación?

Corrí las cortinas un poco

-Ivanna, ¿Buscas algo?

Giré la cabeza. Puse la mejor cara que pude.

-No ~

Parpadeé un par de veces, mis ojos ya estaban estables. Bebí del vaso.

No la creí, pero no insistí

-Entonces, vamos ~

Salí de mi habitación